EMBARAZO: MIEDO, ¿QUIÉN DIJO MIEDO?.

Al igual que siempre tuve claro que quería ser madre, con éste propósito venía implícito mi más firme convencimiento de que iba a ser un período no demasiado agradable para mí, no me digáis porqué, pero estaba 100% segura de que mi embarazo no iba a ser un camino de rosas, pero empecemos por el principio…

Nunca te planteas nada que tenga que ver con el embarazo hasta que realmente decides ser madre, o al menos nosotros no. Pero una vez que tomamos la decisión empezaron las dudas, las fobias y los agobios. Y la pregunta que más nos hacía flaquear era: ¿y sí no podemos tener hijos?. Pensarlo me producía un pánico indescriptible, pero sabía que era algo que podía ocurrir.

A éste miedo se sumaban afirmaciones como ‘hasta que engordes no te vas a quedar’ o ‘después de tantos años con la píldora va a ser difícil’…

Gracias a tanta información negativa asumimos que la cosa iba para largo y pasamos del tema. Pasamos tanto que cuando nos dimos cuenta estaba casi de 8 semanas, y a la alegría del momento se sumaron, nuevamente, los miedos.

Los tres primeros meses son cruciales, hay un riesgo bastante alto de abortos y de embarazos ectópicos así que hasta la eco de la semana 12 estuve literalmente acojonada, y procuraba no hablar mucho del tema para no dar pié a que me contasen nada.

La primera eco fue como un punto de inflexion, al fin respiramos tranquilos y fue el  momento perfecto para empezar a disfrutar y hacer oidos sordos a tooooda la información que nos llegaba, y es que a veces los estereotipos, las vivencias de otras personas y los datos que vamos pillando al vuelo, provocan en nosotros un efecto que no es ni sano, ni real. Cada persona es un mundo y sobre todo, cada embarazo es diferente y a mi me ha servido el mío para aprender la lección y no dejarme llevar por lo que me cuenten los demás.

Es cierto que según pasan los meses y vas viendo la evolución: la tripa crece, notas como se mueve, lo ves en las ecografías, le pones nombre…, es inevitable sentir miedo por lo que pueda pasar.

Y según se acerque la recta final el yuyu irá in crescendo y la cosa se pondrá ya más seria, pero mientras tanto, y pese a las molestias típicas, voy viviendo cada momento intentando mantener los miedos a raya, porque si digo que no los tengo estaría mintiendo, y es más, cada día surge alguno distinto.

Me quedo con que es una época preciosa, en la que indudablemente entran a juego pros y contras. Una época de cambios infinitos tanto en nuestro cuerpo como en nuestra vida, cambios que a veces se hacen cuesta arriba, no lo niego, y que también provocan situaciones de nervios y tensión. Hay momentos más bajos, días de dolor y molestias y, sobre todo, mil dudas pero es normal, no somos de hierro.

Con éste post sólo trato de deciros que el miedo es libre, y real, que no todas llevamos el embarazo con la misma filosofía porque cada una nos encontramos en circunstancias diferentes, tanto físicas como personales, y no por éso unas somos más débiles que las otras.

No hemos nacido aprendidos, y por éso, cada reto es un momento en el que nos abordan mil pensamientos, algunos positivos y otros negativos, pero hemos venido aqui a vivir experiencias, a caer y a aprender a levantarnos y por mucho miedo que tengamos nunca debemos de echar el freno por su culpa.

Laura Lourido

Ser cabezota puede ser un defecto, o no. Éste calificativo que tan bien me describe ha sido el impulso que he necesitado todos éstos años para crecer en mi proyecto de marca personal. Bienvenidos a mi mundo.

1 Comment

  1. Me ha encantado el post Laura!! Desde mi ignorancia absoluta creo que cada embarazo es un mundo u la verdad es que si algún día soy madre estaré muerta de miedos e inseguridades pero seguramente también de mucha felkcidad!! Cuídate mucho preciosa 😘😘

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